Las actitudes y la felicidad

Todo a nuestro alrededor es hermoso, aun cuando no lo veamos con los ojos del alma.
Nos envolvemos tanto en nuestros problemas y cuestiones personales que no nos damos cuenta de lo maravilloso que es vivir; hacemos permanentes nuestros pensamientos de pesimismo y nos destruimos psicológicamente mientras que culpamos en todo momento a las personas, circunstancias y cosas externas.
Es lamentable como vemos pasar la vida y nos atraemos tantos problemas gratuitamente cuando es tan fácil ser feliz y si al menos tuviéramos un grado de conciencia de lo que nos estamos haciendo, todo seria muy diferente, mas fácil, palparíamos mas frecuentemente las cosas buenas de la vida y no tendríamos necesidad de buscar soluciones externas para respuestas que tenemos en nuestro interior, aprenderíamos a disfrutar la vida mas detalladamente en nuestro presente, nuestro ahora, sin ahogarnos en nuestras caóticas vidas cotidianas.
La formula es muy fácil, no se compra en ninguna farmacia, ni se encuentra en ninguna institución de psicología; es la simple combinación de varias actitudes y formas de mirar la vida.
La primera y una de las mas importantes es aprender a disfrutar el presente. Tener tal inocencia como la de un niño que solo procura hacerse feliz y vivir el presente disfrutando de lo que tiene sin que lo agobie ningún otro tiempo. Se entrega a su presente y olvida pronto todo lo anterior, llámese tristezas, abandono, injusticias, malos tratos, desconsideración, envidias, recelos, rencores o resentimientos.
Necesitamos observar todo lo que nos rodea, con tal inocencia que nos permitamos llegar al punto de tener la capacidad de admirar todas las maravillas que hay en nuestro hermoso mundo sin sentir las culpas del pasado y dejando las preocupaciones del futuro, simplemente viviendo nuestro PRESENTE.
Otra actitud es aprender a disfrutarse, valorarse y amarse a uno mismo con equilibrio, sin llegar a la egolatría, no creyéndose ni mas ni menos que nadie pero procurándose siempre la felicidad. Debemos poner nuestros sentimientos en un envase figurativo y visualizarlos como una pequeña llama la cual nada ni nadie la haga oscilar asta el punto que la hagan menguar, ni mucho menos la apaguen. Tener el suficiente amor por nosotros mismos que cuando nos toque alguna tristeza sea por desamor, desaliento de los demás, perdida de cualquier índole o cualquier otra causa, tengamos la suficiente madurez y valorización por nosotros mismos para levantarnos, aprender de el hecho con humildad y seguir adelante procurando siempre nuestra felicidad y por consiguiente la de los demás.
Otra de las actitudes es aprender a comunicarnos con los demás. Al momento de relacionarnos con otras personas, tomamos la postura de hacer suposiciones en lugar de preguntar, y vamos por ahí sufriendo o disgustados por malos entendidos, hacemos el drama perfecto porque no entendemos al otro o no tenemos el valor de preguntar. Regularmente hacemos nuestras suposiciones de una manera inconsciente y suponemos que tenemos razón y llegamos asta el punto de romper relaciones con tal de defender nuestra postura. Vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír.
Procuremos evitar defender “nuestra verdad” y busquemos “la verdad”.  Tener la suficiente humildad de reconocer cuando tenemos la culpa o la suficiente consideración cuando alguien mas la tiene y llegar a los mejores acuerdos perdonando en todo momento.
Y la actitud mas importante es aprender a amar a todos y a todo lo que toque nuestras vidas, con un amor genuino y limpio. Aun cuando no sea lo que esperábamos o no llene nuestras expectativas, aprendamos a amar sinceramente y de todo corazón. Sabremos que estamos amando cuando veamos los frutos de ese amor en forma de sentimientos, actitudes y capacidades tales como la humildad, compasión, ternura, amabilidad, buenos deseos hacia los demás, creatividad, armonía, caridad, paz, felicidad, congruencia, consideración, tolerancia, perdón y sobretodo silencio en medio de nuestro bullicio mental .
Esto es el inicio de todo, pues si no tenemos amor será imposible llegar a tener buenas actitudes y por consiguiente felicidad, pues en esto se resume todo.
Por Angie.